RASGADURAS

 

Resuena en mis tímpanos, el bombeo incesante de esta esperanza baldía y sin nombre a la que me agarro día a día. En los amaneceres yermos, los mensajes inicuos, promesas que duelen, y el andar desgastado de tus idas y venidas. Confrontarnos con las verdades a golpe de latidos, desgastarlas, tragarlas, con mesura, cegando las salidas.

Renunciar a tanta ternura desatendida, blanqueada por la espera al sol, indolente ante la sequedad de tus labios, carencia de besos, incapacitada para desviarme y abandonar o devolver una caricia. Con mi bastón de ciego y tus realidades esquivas, despistados por los arrebatos y el azar, perdidos los ángeles, dormidos los cómodos silencios, malogradas las ganas de amar, sangría redundante a la vida.

No vuelvas, te lo pido. Permite que los recuerdos se fuguen y con ellos este querer parcial y asustado, entrañas turbias, nubes, heridas y pesares, rasgaduras de este cielo azul de primavera bajo el que yo te quería.