COMIENZOS

 

Desató el cordel que la unía a la tormenta y se abrazó a su suerte, temblando de miedo, abriendo de par en par las puertas oxidadas del querer. Tomó la mano que le tendía y se aferró a la calidez de su sonrisa, intuyendo el vértigo, anticipando la caída, poniendo a prueba el coraje que asomaba y empujaba a la cobardía que vestía de acero su soledad.

El paisaje futuro se volvió incierto y temió perderse. Surgieron los invisibles y antiguos temores, amenazando con envenenar aquel presente y hacerla dudar. 

Pero era hermoso ese girar del mundo y si saliera corriendo no habría sabido qué otra dirección tomar. Jugaban al tira y afloja y no sabía con certeza si quería perder o ganar, enroscarse o cortar la cuerda, alumbrar y dejar que respiraran los sentimientos o tomar asiento en la trinchera más cercana.

Todo habría de ser más sencillo, como el salto sin red del amor de un niño, el paso que se toma a ojos cerrados en un acto de fe. Sobre la almohada tu y yo, la risa y la ternura, sin necesidad de bandera blanca de rendición, ni pasados que nos lleven a esquinas opuestas de este cuadrilátero que es nuestro colchón. Que perduren la curiosidad, la sed y las ganas, que hagan eco nuestros nombres y no me canse jamás de perderme en tu mirada.

Comentarios

Entradas populares de este blog

APPS

DEVANEOS